Pega la violencia y el crimen en la ciudad, en tan solo una semana, se registraron siete ejecuciones, en donde de forma violenta perdieron la vida, cuatro adultos, dos menores de edad y una mujer, en presuntamente dos casos relacionados.
En la zona rural, el pasado lunes, una anciana de 70 años, y su nieto de 15 años de edad, fueron asesinados, al parecer en relación a líos de tierras.
El viernes aparecieron tirados en un camino vecinal de la periferia, los cuerpos de tres jóvenes y este lunes fueron encontrados, los cadáveres de dos personas más, al parecer relacionadas con los primeros.
Por si fuera poco, se registraron dos secuestros más, en donde las víctimas, fueron un comerciante y un empleado de Petróleos Mexicanos, así como seis robos a negocios y a casa habitación.
Esto refleja el grado de inseguridad en que se viven en las ciudades del sur, el fracaso del mando único que no funcionó, pero lo más preocupante; la insistencia de seguir manteniendo este modelo, que desde hace dos años, no dio resultados.