La Secretaría de Marina (Semar) el lunes pasado negó categóricamente que sus elementos hayan cometido abusos en contra de los habitantes.
De Tamazula y que no han realizados disparos en contra de domicilios ahí ubicados, sin embargo, cuando la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ingresó a la zona encontraron una casa y un vehículo baleados, además no les permitieron entrar al pueblo sitiado.
Y no dejaron que tomaran fotos ni video, el periódico El Debate de Sinaloa publicó los detalles del ingreso de la CNDH a algunos poblados de la sierra de Durango, e informó que prácticamente regresaron con las manos vacías.
Según la publicación, la comitiva de Derechos Humanos se dirigió al poblado El Limón, donde desde la semana pasada inició el operativo de la Marina, pero antes de llegar, en la localidad Las Águilas, confirmaron que una vivienda y un vehículo tenían impactos de bala.
La nota aclara que los visitadores recibieron la advertencia de los marinos, que se encontraron en el camino, de que podían pasar pero que al ver un helicóptero se detuvieran y levantaran las manos, por lo que siguieron la orden durante el trayecto.
BUSCAN AL "SEÑOR"
Según la publicación del periódico de Sinaloa, los integrantes de la CNDH se encontraron con unos marinos en el camino y estos les dijeron: "tenemos como objetivo detener al Señor, no tenemos problemas con la población, digánle que regresen pero que no lo hagan de noche y que se detengan cuando vean una aeronave, por que hay órdenes de disparar".
Al llegar al poblado La Sierrita sí se les permitió llegar y revisar casas pero no los dejaron tomar fotos.
NO LOS DEJARON ENTRAR
Más tarde, cuando arribaron a la comunidad El Limón, donde el martes 6 del presente inició el operativo, los marinos no dejaron que los visitadores recorrieran el pueblo, tampoco los dejaron obtener imágenes digitales.
Incluso, señaló la nota publicada, que el "líder" de los visitadores fue separado del grupo y se lo llevaron caminando hasta la pista, donde estuvo platicando con un oficial por varios minutos, y cuando regresó les dijo a sus compañeros "aquí no se puede hacer nada, vámonos", y se regresaron.